jueves, 9 de enero de 2014

Las estaciones del metro más bellas del mundo

Viajar en metro puede convertirse en una actividad rutinaria sin mayor sobresalto que el tren se detenga por un tiempo prolongado. Pero no todas las estaciones del metro son iguales, existen algunas que se vuelven paradas obligatorias sin necesidad de abordar el tren, pues son estancias en las que su diseño, ideario o historia las transforma en puntos de reunión para su contemplación. Por ello, aquí presentamos algunas de las estaciones de metro más bellas del mundo: 

T-Centralen, Estocolmo


La estación T-Centralen, la única en la que se encuentran todas las líneas del metro en Estocolomo, está cubierta por relieves y azulejos de los años 50. Esta estación forma parte de las más de 90 que presentan obras creadas por 150 artistas, lo que identifica al metro de Estocolmo como el museo subterráneo de arte del mundo, el escenario underground de las propuestas estilísticas desde los 50 hasta la década de 2000 y la exposición de arte más larga del mundo conformada por piezas de instalación, esculturas, pinturas, cerámicas y grabados.

 Westfriedhof Station, Munich

Esta estación forma parte de la línea U1 del sistema subterráneo de transporte Munich U-Bahn, inaugurado en mayo de 1998. La estación de paredes en tonalidades azules se ilumina por 11 enormes lámparas de 3,80 metros de diámetro, las que despiden luz en colores azul, rojo y amarillo. Laamparas se instalaron en el 2001.


Drassanes, Barcelona

Con sitio en el distrito de Ciutat Vella, la estación Drassanes pertenece a la línea 3 del metro de Barcelona y transporta a lugares como el puerto Vell, el mirador de Colon, el teleférico de Montjuic y las Ramblas, pero antes de salir a estas atracciones, el trayecto en el interior de Drassanes es una auténtica estadía en una estación espacial. 
Un equipo catalán de arquitectos, conformado por Eduardo Gutiérrez y Jordi Fernández, rediseñaron esta estación entre 2007 y 2009; colocaron paneles de hormigón blanco reforzado con vidrio sobre las superficies originales, lo que dio al lugar un aspecto más pulcro y de espacios más amplios. 
Los interiores son mosaicos rojos y paredes blancas lisas que componen los andenes de 90 metros de largo separados por las columnas de hormigón.

La estación original fue inaugurada en 1968 con el nombre de Atarazanas; su actual nombre catalán fue acuñado en 1982.

Kiyevskaya, Moscú

Esta estación del metro de Moscú, también llamada Kievskaya, forma parte de la línea Koltsevaya, y su popularidad se debe a la exquisita decoración en sus interiores. La estación, de influencias barrocas, está diseñada con motivos folclóricos de inspiración en la vida ucraniana. Entre los temas que se representan en los muros de la estación están “Pushkin en Ucrania”, el dramaturgo y novelista ruso fundador de la literatura rusa moderna; “Consejo Pereyaslavskaya” y “La batalla de Poltava”, episodio histórico protagonizado por los ejércitos del zar Pedro I (Rusia) y el rey Carlos XII (Suecia), en el que la victoria rusa determinó el fin del Reino de Suecia. Un gran mosaico celebra la unificación de Ucrania y Rusia. 
El diseño de la estación fue resultado de un concurso público celebrado en Ucrania. La propuesta del equipo conformado por E.I. Katonin, V.K. Skugarev y G.E. Golubev obtuvo el primer puesto dentro de las 73 participantes, por lo que se eligió para embellecer Kiyevskaya. 

La estación, además, está revestida de mármol en color blanco y cuenta con mosaicos diseñados por A.V. Myzin en conmemoración de la unión ruso-ucraniana. Los mosaicos y las representaciones están enmarcadas por bordes en color dorado. Al final de la estación se ubica un retrato de Lenin en mosaico.

Pionyang, Corea del Norte 

El metro de la capital de la República Popular Democrática de Corea es uno de los más representativos en el mundo por ser el que desciende a mayor profundidad (110 metros) en su trayecto por las 17 estaciones, en sólo dos líneas, que lo conforman en la actualidad. El metro de Pionyang está decorado con pinturas murales que dan cuenta del régimen de Corea del Norte, de igual forma es el único entre todos los países en el que las estaciones obtienen sus nombres de acuerdo con un tema de la revolución socialista (tales como la victoria, la renovación o la unidad): estrella roja, gloria, rehabilitación, paraíso, construcción, campos dorados, entre otros, lo que lo hace diferenciarse del resto del mundo donde los nombres de las estaciones guardan una relación geográfica con el sitio en el que se ubican.


Arts et Métiers, París
Como un extenso submarino de cobre, la estación Arts et Métiers, de la línea 11 del metro de París (también se puede llegar a través de la línea 3) es, sin duda, un viaje futurista de temática steampunk en el que el recorrido es a través de la mente visionaria de Julio Verne; la estación fue rediseñada en 1994 por el artista belga Francois Schuiten, quien incluyó detalles para honrar la obra de Verne. 


La estación “Artes y Oficios” se ubica junto al Conservatorio Nacional de Artes y Oficios, del que obtiene su nombre. La obra arquitectónica, dedicada al considerado precursor del género de ciencia ficción, hace alusión a la estética fantástica que el escritor proponía en sus novelas de aventura. La estación, a diferencia del resto de las que conforman el metro de París con azulejos en color blanco sobre una bóveda elíptica, simula el interior de un submarino: está revestida con placas de cobre y entre ellas se colocaron ojos de buey en los que se aprecian representaciones de elementos y temas de ciencia ficción. 

Engranajes, la escalera mecánica, los asientos metálicos y cestos forrados de cobre terminan por ambientar el submarino diseñado para conmemorar el bicentenario del Conservatorio. 

Formosa Boulevard, Taiwán
Esta estación del metro de Kaohsiung, en el Distrito Sinsing, puede presumir que posee la mayor pieza de vidrio de color en el mundo. Formosa es actualmente la estación más importante del distrito, y está en competencia con las más populares del mundo por su moderno diseño como parte del proyecto homónimo para los Juegos Mundiales de 2009.

La estación es famosa por la enorme cúpula de colores que ilumina el sitio, diseñada por el artista italiano Naciso Quagliata, y considerada el mayor trabajo de cristal en el mundo con 30 metros de diámetro, una superficie de 2.180 metros cuadrados y 4 mil 500 paneles de cristal de color. Está construida en tres niveles, una isla y plataformas laterales, y cuenta con 11 salidas.

Museo TTC, Canadá

El nombre de esta estación, MUSEUM, está sobre uno de los muros de esta estación y formado con arena. La estación forma parte de la Yonge–University–Spadina line del sistema de metro en Toronto, Ontario (Canadá); su nombre lo toma del Royal Ontario Museum ubicado cerca de la misma. 

Diseñado por Diamond and Schmitt Architects y construido por Jeviso Construction Corporation, la estación se acondicionó en 2008 para exponer piezas del Museo Real de Ontario. Entre las características que destacan están las columnas modeladas para simular guerreros toltecas o figuras del antiguo Egipto, así como representativas del estilo dórico. Este rediseño se contrapuso con el tradicional de baldosas en color crema dominantes en el resto de las estaciones de Toronto.  


Olaias, Lisboa

La estación de Olaias, en Lisboa, forma parte de la línea roja del sistema de transporte subterráneo de la capital de Portugal. Abrió sus puertas en 1998 junto con las estaciones de Oriente, Bela Vista, Chelas y Alameda, pero Olaias destacaría por el proyecto arquitectónico que la respalda, obra del arquitecto Tomás Taveira, y por las intervenciones plásticas que revisten los muros realizadas por un grupo de artistas, entre ellos Taveira, Cabrita Reis, Pedro Calapez y Rui Sanchez. 

El diario británico The Telegraph consideró a Olaias entre las 22 estaciones del metro más impresionantes de Europa. Destaca por su apariencia multicolor (como mosaicos), por un atrio superior y por la nave de los muelles. El arquitecto Taveira incluyó diez faroles de metal y acrílico y una escultura metálica que representa a un pez. 


Universidad de Chile, Chile
La línea 1 de la red del metro de Santiago de Chile tiene una de las estaciones más asombrosas de Latinoamérica: Universidad de Chile, nombre que obtiene por su ubicación debajo de la Casa Central de la universidad.

La estación es reconocida por conglomerar a un grupo significativo de pasajeros diariamente, pues su ubicación es uno de los puntos más transitados en la ciudad de Santiago. La notoriedad de Universidad de Chile son sus múltiples accesos y grandes dimensiones, las que permiten la exposición de las obras realizadas por la Corporación Cultural MetroArte, una fundación establecida por Metro S.A. dedicada a desarrollar actividades culturales y obras artísticas dentro de las estaciones del metro de Santiago.

Como parte de sus actividades está la instalación de obras de arte en distintas estaciones con el apoyo del gobierno y distintas empresas privadas; el Proyecto MetroArte comprende 25 trabajos instalados en las distintas estaciones. En Universidad de Chile se instaló el primer mural, Interior urbano, en 1993. Las otras obras que expone Universidad de Chile son: Memoria visual de una nación (Parte I) y Memoria visual de una nación (Parte II).



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