domingo, 24 de noviembre de 2013

“El árbol te puede gustar o no, pero la Ciudad lo necesita”




“El árbol te puede gustar o no, pero la ciudad lo necesita. Imagínese a La Plata sin árboles. Sería como vivir en medio de la plaza Moreno en enero. Cuando se habla de las necesidades de infraestructura de una ciudad, se piensa en las redes de servicio, en el diagrama de calles y caminos. Pero también se necesita la infraestructura verde urbana, de una más desarrollada infraestructura vegetal. De eso se ocupa el paisajismo en la agronomía y por eso siempre digo que el paisajismo tiene más futuro que pasado”, dice el ingeniero agrónomo Alfredo H. Benassi, actual profesor de la facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP. La entrevista es en su departamento de altura cerca de la iglesia del Sagrado Corazón. Atrás y abajo suyo, el fondo violeta de los jacarandáes florecidos de diagonal 73. Nada de lo que concierna a los árboles le es ajeno a este profesional, nacido en el pueblito rural de Bigand, al sur de la provincia de Santa Fe, plena zona maicera y ahora sojera. Hijo de Alfredo Carlos, que trabajaba en el campo y de María Brzica (de origen croata) estudió el primario en la escuela primaria de su pueblo que aún se llama Octavia Ricardone de Bigand. “Era una escuela pública, de dos pisos, enorme, ubicada en un chateau de dos pisos… ¡lo que era la escuela pública entonces…!”, reflexiona. Y aún maravillado por el recuerdo de esa escuela añade: “Fíjese esta frase de Sarmiento… El decía lo siguiente: “la manera moderna de distribuir la riqueza es la educación…” El secundario lo hizo como pupilo en la escuela agraria de Casilda “Libertador General San Martín”. Allí se graduaría como bachiller y técnico agrónomo. “Era y es otra escuela pública, de 50 hectáreas de parque, ubicada en un casco de estancia, fundada en 1906. Venían chicos de todo el país y del exterior, pero además de las más distintas extracciones sociales. Allí había varios grandes profesores de La Plata, como Gregorio Marían, los Paulinovich o Emilio Ardiani, y este último me enseñó derecho agrario”. Su pueblo de origen, Bigand, está profusamente arbolado. “Para mí la agronomía fue algo natural. Nací amando a los árboles, tenía afinidad natural. Yo ya sabía que mi vida iba a tener que ver con eso. Elegí venir a estudiar agronomía a La Plata y me enamoré de esta ciudad, maravillosamente arbolada”. Además de profesor en su disciplina, es especialista en Ciencias del Territorio, dicta diversos postgrado, es codirector de la carrera de Especialista en Planeamiento Paisajista y Ambiente, profesor visitante e invitado en universidades de Buenos Aires, España, Brasil y otras, proyectista de más de 250 proyectos públicos y privados en la actividad paisajista técnica desde 1980 y profesional desde 1984. Obtuvo además numerosos premios en concursos internacionales y nacionales, entre ellos el II Premio Internacional. Singapur Malasia BBBSA Arquitectura y Diseño Urbano. Fue asesor paisajista en el Concurso Internacional 2009 sobre Vivienda Pública en Singapur. 2010; primer premio nacional en el concurso para el desarrollo del espacio público y anteproyecto del centro cultural de la localidad de Aluminé provincia del Neuquén, además de autor de numerosos trabajos científicos. No son pocas las personas que no ven con buenos ojos a los árboles en la ciudad… “Así es, lamentablemente. Hablando en forma general puede decirse que existe lo que Schiller calificaba como ceguera axiológica, esto es una indiferencia de los valores. Por eso dije antes que los árboles pueden gustar o no, pero son necesarios” Ahora en La Plata, en donde se está promoviendo un plan de reforestación, algunos le apuntan a los tilos…es decir al árbol emblemático…por el tema de las raíces que levantan las veredas… “El tilo fue una de las primeras especies plantadas en la ciudad. Fueron escogidos por el ingeniero De la Llosa, el primer director de Espacios Verdes que allá por 1908, para poner en buenos términos a La Plata por cuanto se venía el primer centenario del país hizo comprar una partida de tilos en Berlín. Los eligió por su aroma, por su maravillosa sombra y su extraordinaria sanidad. Pues bien, el historiador José María Prado me contó que esos árboles, que venían en un barco que debió parar más de lo debido en Nueva York, llegaron casi secos al puerto. Entonces los enterraron en el parque Saavedra como barbecho, los regaron y lograron recuperar a muchos…Pues bien, en cuanto al tema de las raíces que levantan baldosas, la solución es esta: en La Plata hay veredas anchas y veredas estrechas. Hay que sembrarlos en las veredas anchas” De todos modos las raíces crecerían en esas veredas anchas… “No, hay un error. Las raíces se vuelven superficiales por necesidad de oxígeno, porque buscan oxígeno, no por la búsqueda de otros nutrientes. Esto se resolvería de dos maneras: con las llamadas bandas verdes, que son franjas de tierra que permiten oxigenar a los árboles y además facilitarían la absorción del agua y luego colocando en las veredas placas cribadas, es decir con agujeros, sobre una capa de grava gruesa. Todo este sistema haría, además, mucho más absorbente a la ciudad”. Se anunció que podría construirse una banda verde de unos 40 centímetros en las veredas de la avenida 13 entre 32 y plaza Paso, para acrecentar la superficie absorbente…¿Qué opina usted? “Es una buena solución, pero no debieran ser de 40 centímetros sino de un metro de ancho” El proceso de impermeabilización se está extendiendo. Por caso, en City Bell un grupo de vecinos formó una entidad que cuestiona el poco espacio verde que está quedando a partir de un fuerte crecimiento de las áreas edificadas… “La ley 8912 de suelos es muy clara. Hay que dejar espacios absorbentes. En cada terreno sólo puede construirse el 40 por ciento de la superficie. El 60 por ciento debe quedar reservado para el espacio verde. Y es verdad que la especulación inmobiliaria puede muchas veces más que la ley de suelos…” Hay una relación de espacio verde por habitante, que es universal…¿Cómo estamos los platenses? La relación está fijada también en la ley de suelos. Es de un mínimo de 10 metros cuadrados de espacio verde por habitante. En el casco urbano de La Plata estamos bien, pero en el resto del distrito –es decir, fuera del casco fundacional- muy por debajo. En donde tenemos un verdadero drama es en el Gran Buenos Aires, donde sólo hay 2 metros cuadrados de espacio verde por habitante o menos aún. A ver, en Curitiba (Brasil) hay 56 metros por habitante…Si usted mira desde la altura el Gran Buenos Aires lo que ve es una superficie de 2.500 kilómetros cuadrados completamente cementada. Es una locura. En el sur mejora un poco por el parque Pereyra Iraola y por Ezeiza. Pero atención que un pastizal no sirve, tiene que haber árboles porque sólo ellos son los que prestan el servicio de sombra, de retención de polvo, de purificación del aire” La nueva autopista que se proyecta sobre Pereyra Iraola… “Otra locura. Ni falta haría decirlo” Entre los paisajistas en el país tuvimos a Carlos Thays… “Fue el primer paisajista. Vino de Francia. Fue autor de los más bellos paseos de Buenos Aires. Entre 1880 y 1930 vinieron los treinta mejores paisajistas de Francia y Alemania, se radicaron acá y dejaron escuela. Por ellos se crearon las direcciones de Espacios y Jardines. El primer argentino de valía fue Benito Carrasco, un prócer del paisajismo. A él le demos el Rosedal de Palermo, la llegada de las tipas al país, el parque del hipódromo de San Isidro” ¿Qué es el árbol para usted, el árbol urbano? “El árbol es un elemento que, por reiteración, le da unidad al paisaje urbano. Fíjese que las viviendas son todas distintas, no hay estilo unificado. La unidad la da el arbolado. Dan identidad, dan estilo y referencia, entre los otros servicios que prestan. Por eso me parece elogiable que se haya decidido reponer las ramblas en muchas avenidas y reponer el arbolado en ellas, como ha venido ocurriendo en la 44 de 1 a plaza Italia, en las diagonales 74 y 80, entre otras” ¿Estamos amenazados por una ciudad monstruosa, que se extenderá pronto desde Campana hasta Magdalena? “Mucho más extensa aún…Pienso que puede ir desde San Lorenzo, en Santa Fe, hasta Magdalena…Vamos en camino de eso. Nadie frena el proceso de edificación. Ya no se llaman megalópolis, sino metamegalópolis. Y se están dando sobre todo en los países subdesarrollados. Por eso es tan importante revalorizar el concepto y la calidad de vida que ofrecen el arbolado y el espacio verde. Fíjese que en el Gran Buenos Aires un chico no tiene una plaza, no tiene un lugar verde, no tiene un lago para remar, no tiene un bosque para disfrutar” Usted habla de un problema que no pareciera figurar en la agenda de los políticos ni de la dirigencia… “Lamentablemente, la calidad de vida, la calidad del tiempo libre, los espacios verdes, casi no figuran en esas agendas. Hay que recuperar el espacio público, con calidad y proyección paisajística. La mayoría de los políticos hoy no propone absolutamente nada en estas cuestiones y la gente se acostumbró a no exigir. Es un error: hay que exigirle a los políticos que tengan propuestas sobre estos asuntos” ¿Qué futuro ve para la Región, en este sentido? “Creo que tenemos una buena oportunidad de corregir esto, a partir de la reactivación del Puerto. Esa reactivación nos obligará a corregir muchas cosas, muchas políticas. Pero también quisiera denunciar algo, que tiene relación con el tema: lo que se debe hacer es designar en las áreas de Espacios Verdes a personal que tenga formación profesional con la agronomía. Esto lo marca la ley, pero tampoco se cumple”. **************** “Usted puede hacer una buena serie fotográfica”, le dijo Benassi al fotógrafo Mario Ruiz. “Tome fotos de la avenida 13 entre 33 y la 38, para ver cómo faltan árboles grandes y cómo se ve un paisaje sin identidad, que puede ser de cualquier ciudad. Pero después vaya a la misma avenida 13, pasando la plaza Paso hasta plaza Moreno y allí verá el valor que tienen los altos árboles, esos magníficos plátanos que le dan identidad y sombra al paisaje…”. El fotógrafo tomó nota, habrá que ver si cumple.

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