El arquitecto que no quiso jugar en el Madrid

Hay historias que uno descubre gracias a la radio y la de Mariano Sánchez Martinez, el actual capitán del Cartagena, equipo que milita en el Grupo IV de la Segunda División B, merece ser contada. El muchacho se había formado en la escuela de fútbol de San Pedro del Pinatar, desechó una oferta delReal Murcia y se fue a Madrid para estudiar arquitectura. Estuvo a prueba en los juveniles delReal Madrid y cuando llegó el momento de aceptar la propuesta para incorporarse al club blanco pidió unas horas para meditar la decisión. Después de hablar con su familia decidió renunciar a la oferta porque su objetivo en la vida no era ser futbolista. Mariano quería ser arquitecto y seguir la tradición familiar, su padre es aparejador. Aquella no sólo fue una renuncia al Real Madrid, también fue un adiós al futbol amateur y a una futura trayectoria profesional. En Concha Espina ningún técnico entendía la decisión adoptada por un chaval de 18 años, cualquier jóven de su edad se hubiera vuelto loco por jugar en el Real Madrid. Mariano tenía otras prioridades, el futbol era secundario.

La dureza de las asignaturas y la dedicación que requería el balompié hacía imposible compatibilizar ambas cosas. Mariano quería tener un futuro y era de esas personas que tienen claro lo que quieren ser de mayores. Aquel joven debió pensar que podía vivir toda la vida siendo arquitecto y sólo unos años siendo futbolista. Mientras clavaba los codos y asistía a clase buscaba en el fútbol sala, con los amigos y compañeros, quitarse el gusanillo del deporte que amaba. Cuando acabo la carrera, con 23 años, volvió a casa con el título en su mochila y mientras organizaba su estudio de arquitectura sus amigos le convencieron para que se apuntara a un equipo de Tercera División, la Agrupación Deportiva Mar Menor que entrenaba Juan Ignacio Martinez, el actual técnico del Valladolid. Habían pasado cinco años desde aquella renuncia a ser profesional del balompié. Ahora el futbol se había convertido en un complemento de su vida profesional. Jugó una fase de ascenso frente al Alcoyano que perdió, pero en aquel doble enfrentamiento el equipo de Alcoy le propuso firmar para la siguiente temporada.

Un solo año en tierras alicantinas y llegó la oferta del Cartagena para volver a la tierra que le vio nacer gracias a que su protector, Juan Ignacio Martinez, que le había reclamado al hacerse cargo del conjunto albinegro. El arquitecto tenía que ayudar a diseñar el nuevo equipo Efesé. Nueve temporadas en el club, con un ascenso a Segunda en 2008/09 y un descenso tres años después a la categoría en la que ahora milita han hecho que Mariano Sánchez sea un futbolista valorado y apreciado en Cartagena. Es posible que todavía no sea una leyenda, pero si el hombre que más partidos ha vestido la camiseta blanquinegra (este año podría llegar a los 300) superando los 210 partidos que tenía como record el jugador alicantino Alberto Garcia. Este año, al cumplir los 35, acaba contrato y pese a las buenas relaciones con el dueño del club, el inescrutable Paco Gómez, colgará las botas como anunció en el pregón de las fiestas de Carthagineses y Romanos en el mes de septiembre: “Este año seguramente será mi última batalla”.

El estudio de arquitectura que regenta y dirige con cuatro miembros de su familia en Pilar de Horadada, a 42 kilómetros de Cartagena, tiene muchos encargos a pesar de la crisis inmobiliaria. Pinatar Arena es su gran obra hasta el momento, un complejo deportivo para preparaciones físicas polivalente, en su ciudad natal que utilizan muchos equipos europeos para entrenar durante el parón invernal. Después de una carrera deportiva tardía ahora es un hombre feliz. El primer viernes de diciembre el Barça visitará el estadio de Cartagonova con muchas de sus figuras, Mariano Sánchez me ha confesado que quizás le gustaría más poder diseñar y construir la casa de alguna de las estrellas azulgranas que eliminarles de la Copa del Rey. Este chico siempre quiso ser arquitecto, lo tenía muy claro. Dos pasiones y un futuro.