viernes, 22 de noviembre de 2013

'Sigo creyendo en la arquitectura como servicio': Fernando González Gortázar


GUADALAJARA, JALISCO (22/NOV/2013).-  Fernando González Gortázar  afirmó que hay que ver a la arquitectura como una amistad y una reconciliación. Durante la entrega del Doctorado Honoris Causa que la Universidad de Guadalajara (UdeG) le entregó al arquitecto mexicano, y que se llevó a cabo en el Paraninfo de esta casa de estudios, González Gortázar destacó que el trabajo de los arquitectos no debe pelear con la historia, ni con la herencia, ni con la tradición, ni con la lógica, el sentido común y la economía, ni con los materiales y técnicas constructivas, ni con el mundo y la naturaleza, ni con las personas de carne y hueso.

"Sigo creyendo en la arquitectura como servicio, como creadora de cultura, forjadora de identidad y promotora de cierta forma de justicia. Sigo creyendo en la ciudad como la mayor invención del espíritu humano, la más original, radical e inacabable, productora de un mundo que debe acercar a la felicidad a quienes lo habitamos. Sigo creyendo en la cultura como aquello que nos conecta crítica y autocríticamente con el pasado y el porvenir, como aquello que permite a las sociedades evolucionar y aprender del ancho mundo sin que dejen de ser ellas mismas. Sigo creyendo en el arte como definidor de nuestra condición de humanos, como la única realización nuestra que nació adulta y la única también en la que encuentro la grandeza, la diversidad, la verdad y la limpia intención de la naturaleza. Sigo creyendo en la naturaleza como la gran maestra, fuente de toda ética, toda moral y toda estética".

Como tarea prioritaria, pidió sacar a la arquitectura de "esa forma de automarginación que es el elitismo", transformándola en un bien común.

"Las ciudades y las piezas que la componen deben ser funcionales y eficaces, pero también hermosas, justas y sobre todo alentadoras. Cuando uno las recorre y las habita algo bueno debe ocurrir en el alma".

Además, recordó su paso por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, donde obtuvo el título profesional en 1966. Dijo que cuando visitó por primera vez esa escuela, en la que conoció a grandes maestros como Ignacio Díaz Morales y Jaime Castiello, sintió que descubría su lugar de pertenencia, un reducto que le otorgaba la felicidad, la fascinación y la libertad que había añorado.

Dedicó el doctorado a sus maestros en las aulas, pero también a Luis Barragán, Mathias Goeritz y a Juan Víctor Arauz, "maestros fuera de la escuela, pero relacionados muy estrechamente con ella".

Luego de la entrega del doctorado, se llevó a cabo la reapertura del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA), en la que se inauguró la exposición Resumen del Fuego, que conjunta parte del trabajo de González Gortázar. La muestra permanecerá hasta febrero de 2013. 

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