La euforia de comenzar una vida en pareja puede ser un mal consejero al elegir la propiedad que se comprará para formar la nueva familia. Los asesores inmobiliarios coinciden en que las parejas de recién casados son susceptibles a cometer errores en la búsqueda de su primer hogar.
Se recomienda que antes de decidirse por una casa o departamento, las parejas analicen sus necesidades futuras al menos para los próximos cinco a ocho años.
En este sentido, muchas veces las parejas jóvenes ‘se enamoran' de una propiedad que parece satisfacer sus necesidades inmediatas; sin embargo, con el pasar del tiempo puede darse el caso de que las escuelas, supermercados u hospitales (que no son prioritarios para una pareja de recién casados) queden demasiado lejos.
"El primer error es seleccionar una propiedad sin tomar en cuenta el entorno o comprar una propiedad muy bien ubicada, pero demasiado pequeña para permitir que la familia crezca cuando llegue el momento".
Así, la estrategia a seguir para conseguir la casa de tus sueños con las menores posibilidades de error radica en algunos puntos clave:
1.- Madurez. No importa la edad de los recién casados, la pareja no debe comprar una propiedad hasta que se sienta lista para absorber un compromiso conjunto de largo plazo.
2.- Planes. Si echas un vistazo a cómo era tu vida hace cinco, ocho o hasta diez años, te darás cuenta que las circunstancias cambian conforme pasa el tiempo. Debes cuestionarte qué necesitarás y cómo será tu familia en los próximos años.
3.- Presupuesto. Dicen que ‘cuentas claras y amistades largas' en un matrimonio sucede lo mismo, es importante que la pareja sea realista con respecto al presupuesto con el que se cuenta e incluso que haya consciencia de que en algunos casos, es mejor rentar propiedades modestas para generar un ahorro y esperar a que los ingresos crezcan.
4.- Objetividad. Las parejas jóvenes no se visualizan viviendo en una casa a las afueras de la ciudad rodeada de escuelas y mercados. Sin embargo, un departamento en la zona con más de entretenimiento puede no ser la mejor opción en el largo plazo, sobre todo si quieres que la familia crezca pronto. Los datos de Hippofast apuntan a que siete de cada 10 parejas recién casados prefiere comprar casas nuevas, sin embargo, las propiedades usadas también pueden ser atractivas.
5.- No casarse con la casa. Comprar una primera propiedad para después venderla y comprar otra que se adecue a las nuevas necesidades puede ser una opción. En México las personas viven en promedio en 1.8 casas en toda su vida, es decir, muy pocos acceden a mudarse más de una vez. Esa tendencia está cambiando y cada vez son más las personas que invierten en una primera propiedad para luego mudarse a una mejor. No descartes la idea.
6.- Apertura. Evita quedarte con la primera opción que veas, lo ideal según los expertos es considerar hasta ocho posibles propiedades y analizarlas para determinar cuál cumple mejor con los requerimientos que tendrás, sin embargo debes tener cuidado de no saturarte.
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