Una de las problemáticas que ha intrigado a la humanidad a lo largo de los siglos es el tema de la infinitud y la finitud, tópico que el escritor argentino Jorge Luis Borges aborda en algunos de sus cuentos, uno de estos fue: la Biblioteca de Babel, uno de los textos que integra los relatos del libro Ficciones.
El texto narra la historia de un bibliotecario quien relata su experiencia de vida en cuanto a la función que realiza en el día a día. Lo interesante del planteamiento de Borges recae en la metáfora utilizada: “la biblioteca es el semejante del Universo, de lo infinito”.
“El Universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas. Desde cualquier hexágono se ven los pisos inferiores y superiores: interminablemente. La distribución de las galerías es invariable. Veinte anaqueles, a cinco largos anaqueles por lado, cubren todos los lados menos dos; su altura, que es la de los pisos, excede apenas la de un bibliotecario normal. Una de las caras libres da a un angosto zaguán, que desemboca en otra galería, idéntica a la primera y a todas. A izquierda y a derecha del zaguán hay dos gabinetes minúsculos. Uno permite dormir de pie; otro, satisfacer las necesidades finales. Por ahí pasa la escalera espiral que se abisma y se eleva hacia lo remoto. En el zaguán hay un espejo que fielmente duplica las apariencias. Los hombres suelen inferir de ese espejo que la Biblioteca no es infinita (si lo fuera realmente, ¿a qué esa duplicación ilusoria?); yo prefiero soñar que las superficies bruñidas figuran y prometen el infinito… La luz procede de unas frutas esféricas que llevan el nombre de lámparas. Hay dos en cada hexágono: transversales. La luz que emiten es insuficiente, incesante…” - La biblioteca de Babel
La firma de arquitectos: Rice+Lipka, el estudio SUMO y Bernheimer arquitectura crearon los planos que detallan una de las construcciones más complejas de la literatura: La biblioteca de Babel.
El cuento corto del escritor argentino permite una representación gráfica, pues línea a línea describe los detalles estructurales del problema matemático del infinito. El equipo de arquitectos dibujó las estructuras de las escaleras en espiral que se abisman y se elevan hacia lo remoto.
Después de analizar el texto, los arquitectos procuraron no desviarse de las descripciones de los espacios y sus relaciones, cuidaron el más mínimo detalle, desde los huecos en la historia y las aperturas para su interpretación.
Fuente:culturacolectiva.com
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