Hasta cuándo dependerá la humanidad del petróleo para satisfacer sus necesidades energéticas? Cierto es que hay alternativas en uso, pero suelen ser costosas y poco accesibles, quizás por un asunto de escala. Scott y Julie Brusaw proponen una aplicación que además de ser lógica y funcional podría hacer su parte de cambiar el panorama. Se trata de pavimento solar, un innovador proyecto que busca recaudar un millón de dólares mediante crowdfunding a través de una campaña en Indiegogo.
Lo que proponen Scott y Julie, denominado Solar Roadways, tiene el potencial de hacer de calles, avenidas, carreteras y estacionamientos entes inteligentes capaces de almacenar luz solar para su posterior distribución y provistos de su propio sistema de señalización accionado por luces LED. Al integrar sensores, circuitos y demás, las vías recubiertas de este pavimento solar pudieran llevar un monitoreo de los vehículos que por allí transitan, lo cual podría facilitar labores de rescate y la recolección de útiles estadísticas de tráfico.
Quizás lo mejor de este pavimento solar es que se trata de una solución verde, con el potencial de ser muy duradera y de reducir la dependencia del petróleo, señalado como una de las principales fuentes de contaminación y causa primaria del cambio climático.
El concepto
Scott y Julie llevan 8 años trabajando el concepto de pavimento solar. La idea es sustituir el asfalto por una superficie recubierta de cristal corrugado laminado que alberga en su interior una serie de circuitos, paneles y sensores diseñados para almacenar energía solar.
Un conjunto de luces, cuyo patrón cambia según la configuración requerida, proveería toda la señalización necesaria, sustituyendo la pintura usada sobre el pavimento, con la ventaja de que todos esos circuitos permiten a los paneles comunicarse entre sí para notificar de cualquier arreglo necesario.
Es probable que la idea de pavimento hecho de cristal no resulte muy convincente a la primera, pero se trata de un cristal muy resistente que ha sido sometido a toda clase de pruebas, hecho para aguantar el peso de camiones de 18 ruedas cargados al máximo. El hecho de que es corrugado garantiza que los vehículos no se deslicen sobre la superficie.
Al tratarse de un concepto verde, Scott y Julie han usado la mayor cantidad de materiales reciclados posibles, con planes de contratar especialistas para hacer del producto algo aún más verde.
El hecho de que este pavimento solar tiene circuitos no solo permite a cada panel comunicarse entre sí, sino que provee un medio adecuado para vehículos autónomos, ofrece la oportunidad de recolectar valiosas estadísticas e incluso pudiera implementarse un mecanismo que facilite la recarga de vehículos eléctricos mientras se conduce por las vías.
En la visión de Scott y Julie, el pavimento solar es una inversión autosostenible, con amplios beneficios que van más allá de lo relacionado al tránsito. No es solo que este pavimento puede almacenar toda la energía solar recibida para un uso posterior que pudiera distribuirse en toda la ciudad, sino que incluye un compartimiento para atrapar el agua lluvia, una importante fuente de contaminación de ríos y demás.
Pudiera ser que el agua sea tratada ahí mismo o bien dirigida hasta la facilidad de tratamiento más cercana. Otro punto a favor es que este pavimento solar tiene la capacidad de derretir nieve, lo cual reduce los peligros y situaciones que derivan del fenómeno. Hasta ahora el proyecto lleva recaudados más de 62,000 dólares, lo que representa alrededor de 6% del millón que se busca recaudar. La campaña estará vigente hasta el 31 de mayo.
Listin diario
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