El Museo Franz Mayer ha tenido algunas transformaciones a través del tiempo, pero siempre conservando el interés por generar una continua reflexión mediante su colección, y así ha sido…
El 15 de julio de 1986 se inauguró oficialmente el Museo Franz Mayer mediante una ceremonia en la que se dictó un discurso dentro del que se mencionaron las siguientes palabras:
“Este museo, con su contenido fundamental de artes aplicadas y énfasis en piezas, muebles y objetos de uso común, viene a complementar el espectro de muestra cultural en México y habrá de ser fuente inagotable de investigación para los estudiosos en materia de costumbrismo, principalmente de los siglos XVI, XXII y XVIII, en México”.
De esta manera se enfatizó el perfil que nos caracterizaría durante nuestra primera etapa, y que perfilaría nuestro desarrollo posterior. Durante este periodo se llevó a cabo una labor fundamental en el sentido de conservación, restauración e investigación de nuestro acervo.
En la época siguiente se enfatizaría una agenda de exposiciones que tendería a destacar el tema de las artes decorativas en la Nueva España como el principal protagonista, resultado de esto, se dio un ajuste tanto en el nombre del museo, como en la especificidad de nuestra vocación.
Posteriormente, y comulgando con las tendencias internacionales respecto al tema del diseño, su revisión, difusión y reflexión en torno a él, ocupó un lugar cada vez más relevante dentro de nuestra vocación como institución, resultando así nuestro último y más reciente enfoque:
Mes a mes presentamos una oferta variada de exposiciones temporales que forman parte de un diálogo entablado con las obras que conforman nuestra exposición permanente, así como con un público diverso. Actualmente, de cara a una nueva época, nos planteamos una interrogante que nos agradaría compartir: ¿en qué se relacionan y diferencian las artes decorativas y el diseño dentro del panorama mexicano con relación al ámbito internacional? Además de: ¿cuál es nuestra postura y propuesta ante ello? Es así que hemos llegado a proponer un vínculo conceptual entre ambos términos, al concebirlos en relación con diversas tendencias estéticas, correspondientes a distintos personajes, espacios, tiempos y procesos, siempre en directa relación con la esfera de la vida cotidiana, ya sea con su acepción más común o una extraordinaria.
Fuente:culturacolectiva.com/
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