Durante los últimos años, varias ciudades europeas han fomentado el uso de la bicicleta no sólo como medio de transporte saludable, sino como alternativa cuyo impacto en el medio ambiente es considerablemente menor que el causado por los vehículos a motor y que además implica menos conflictos en el tránsito diario.
Ciudades como Ámsterdam, Copenhague, Ustrecht y Londres son algunos de los ejemplos de esta tendencia, sin olvidar la iniciativa del gobierno de Francia que incluye implementar un incentivo económico para aquellos trabajadores que asistan a sus lugares de trabajo en bicicleta, dejando de lado la utilización de los autos y medios de transporte públicos.
Ahora, la ciudad alemana de Hamburgo será la próxima en implementar un plan verde de tránsito, fomentando el uso de las dos ruedas con un esquema de obras y concientización a terminarse de aquí a 15 o 20 años.
Esta nueva planificación, llamada Red verde, busca cubrir el 40 por ciento de la ciudad (lo que implica siete mil hectáreas de territorio) con caminos peatonales y bicisendas que comuniquen puntos importantes de la ciudad, ya sean zonas céntricas como aquellas más periféricas.
Dicha red “Conectará parques, áreas de recreación, zonas de juegos, jardines y cementerios a través de caminos verdes”,dijo Angelika Fritsch, vocera del Departamento de Planificación Urbana y Ambiental de la ciudad. Y agregó que “en 15 o 20 años se podrá explorar la ciudad exclusivamente en bicicleta o caminando”.
La implementación de este proyecto tiene como objetivos reducir al mínimo posible la utilización de autos y así disminuir la contaminación del ambiente; así como aumentar la superficie verde de la ciudad para que se encargue de consumir el dióxido de carbono que emana de los autos y funcione como barrera de protección ante las posibles inundaciones que se den como consecuencia de las fuertes tormentas provocadas por el cambio climático.
En relación a este tema, el representante del Partido Verde en el parlamento del estado de Hamburgo comentó que “la red verde tiene sentido desde una perspectiva de adaptación al cambio climático, especialmente desde que los residentes son progresistas en lo que respecta a la adaptación al mismo. Muchos hamburgueses están dispuestos a dejar de usar sus autos, lo cual es algo inusual en Alemania”. Esto, a su vez, aumenta las esperanzas de que el proyecto tenga éxito.
En este sentido, ya hay cambios en el clima de la ciudad que motivan a poner el foco en tratar de adelantarse y resolver los problemas que esto pudiera traer aparejados lo antes posible. Al respecto, la doctora Insa Meinke, Directora del Departamento de Clima del Norte de Alemania del Instituto de Investigación Costera, reportó que “actualmente Hamburgo tiene una temperatura anual de nueve grados centígrados, 1.2 grados más que hace 60 años”. Y agregó que en ese mismo período de tiempo “el nivel del mar aumentó unos 20 centímetros”.
Si bien la puesta en marcha de este proyecto está atrasada debido a que el foco del gobierno Alemán se encuentra en alejarse de la energía nuclear, el sueño de una ciudad verde y conectada con espacios en los que las personas puedan disfrutar de diversas actividades al aire libre junto a la familia y amigos, experimentando la naturaleza desde el centro de la ciudad, aún es posible.
¿Qué te parece este proyecto? ¿Podrías vivir en una ciudad sin autos?
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