José Pacini, aquel delantero argentino potente y
letal que una vez fue goleador en Honduras, regresó a su tierra hace dos años y
medio y no sabe si regresará algún día a pesar que su esposa y uno de sus hijos
son catrachos.
Se retiró del fútbol a mediados de 2011, justamente
defendiendo la camisa del Platense.
Hoy tiene 37 años, quizá, admite, pudo seguir
jugando, pero algunas lesiones musculares le pasaron factura.
“No tenía esa misma capacidad para jugar y no
me sentía en la mejor forma para seguir. Tuve varias ofertas,
pero decidí ya no jugar”, admite en entrevista desde su natal Santa Fe, una
provincia de Argentina.
Para él fue terrible decirle adiós al fútbol.
“Fueron 15 años, que cuando llega el
momento de decirle hasta siempre, es complicado, porque uno no
sabe qué va a ser de su vida, pero bueno, rápidamente comencé a sacar el curso
de técnico y eso me ha servido para seguir estando ligado al fútbol y de verlo
desde otro ángulo. Claro, ese retiro fue un mazazo, pero en algún momento tenía
que llegar”.
QUÉ HACE
Coincidentemente el día de la entrevista, Pacini
estaba repasando unas materias porque ese día le tocaba examen. “Estoy
estudiando para recibirme como técnico profesional”, dijo este ex delantero.
Pero esto no es todo, el argentino combina otras
actividades. “Estoy trabajando en una filial del Corinthians de Brasil ya
siendo técnico ytrabajo con chicos de 16 a 17 años, labor en la que llevo
dos años. Una vez que reciba el título podré dirigir en
cualquier parte del mundo porque eso lo avala”.
También tiene sus proyectos personales. “Estoy
planeando construir una cancha de fútbol cinco, espero que en estos meses se
pueda dar para arrancar con lo mío, es un sueño y es algo que siempre
me gustó hacer y ahora tengo ganas de hacerlo”.
BIENES Y RAÍCES
No se queja y admite que “vivo tranquilo, en mi
época como futbolista tuve la posibilidad de ahorrar y poder invertir en bienes
y raíces, de inmobiliario y eso me hace vivir tranquilo porque uno siempre
quiere tratar de superarse para bien, claro, no soy una persona que vive con
muchos lujos, disfruto de lo que pude ahorrar y trabajar”.
Su paso por el fútbol hondureño le permitió abrirse
camino a lo que hoy hace una vez que se retiró.
“Mis mayores ahorros los hice en Honduras, fue así:
cuando volví a mi país jugué en tercera división, pero no ganaba lo mismo que
en Honduras, tampoco es que fui de los mejores pagados, mantuve un nivel
aceptable, pero nunca fui de los que más cobraba”.
Y es aquí donde vienen sus agradecimientos.
“A Honduras le estoy agradecido en muchos
sentidos, principalmente en lo afectivo, pero también en lo
económico, porque me permitió desarrollarme, poder ayudar a mi familia y a
gente que quiero y eso es invalorable, son cosas que no tienen precio”.
Pacini dice que en su natal Santa Fe la pasa
tranquilo, sin muchos laberintos en su vida. “Puedo decir que tengo mi casa, mi
auto, la posibilidad de educar a mi hijo de la mejor forma, de no pasar
situaciones comprometidas y todo eso lo logré por el esfuerzo, de ser
consciente de lo que pasé, justo para esto que estoy viviendo, que es muy
tranquilo”.
Ahora es más cauto
con sus cosas, los lujos, la moda y todo eso queda a un lado. “Nunca he
sido una persona de grandes lujos,siempre pienso en el futuro, traté de
ahorrar y lo mantengo, claro, ahora debo restringirme de algunas cosas, porque ya
no gano lo mismo de antes, por allí los ahorros que uno tiene se van
consumiendo y tengo que seguir trabajando”.
A pesar de que en
algún momento lo tildaban de ser un jugador derrochador, aclaró que “más bien
me da bronca cuando veo a jugadores que despilfarran el dinero y que hacen
cosas indebidas, en este caso yo le agradezco al profe Alberto Romero que nos
decía al grupo, estando en Platense, que tratáramos de ahorrar, porque él había
derrochado y cuando terminó el fútbol la vida se le complicó, sin duda, fueron
buenos consejos”.
SU ESPOSA ES CATRACHA
Pudo quedarse viviendo
en Honduras, pero hizo un balance de los pro y los contras que implicaba. “Por
allí la situación que pasa el país en cuanto a inseguridad, hizo que me
volviera a Argentina, aparte de algunas situaciones personales, pero bueno,
pese a todo tengo palabras de agradecimiento por lo que hice en Honduras,
recibí un gran apoyo”.
Su esposa es
hondureña y uno de sus hijos nació aquí, Sofía Jimena.
“Vivo con una hondureña, Jaquira Talbot, la hermana
de la esposa del profe Edwin Pavón, con quien mantenemos una relación normal,
de hecho, al profe lo tuve de técnico en Motagua y hemos compartido reuniones
privadas, pero solo eso. Así que me traje tesoros de Honduras”.
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