SEVILLA
El proyecto, que incluye también mejoras en Aparejadores. Las obras contarán con una inversión de 20,4 millones de euros.
La Escuela Superior de Arquitectura se inauguró el 14 de noviembre de 1960. Esta semana, después de “un arduo trabajo” y en medio del peor escenario posible desde el punto de vista presupuestario,se ha licitado el concurso de ideas para la ampliación y reforma del edificio, que incluye también una actuación “más conservadora” en la antigua Escuela de Aparejadores (Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Edificación). El proyecto conjunto requiere una inversión de 20,4 millones de euros.
Arquitectura ampliará el número de aulas, despachos y área administrativa a costa del derribo del Pabellón Deportivo y del salón de actos que miran a la sede de la Dirección de Tráfico. Será en el nuevo edificio donde se concentrará toda la docencia de forma que la actual Escuela quede sólo para uso administrativo, fundamentalmente. Las obras, explica el director Narciso Vázquez, se harán en fases. Así, lo primero será el derribo y ejecución del nuevo edificio, con algo más de 30.000 metros cuadrados construidos. A continuación empezará la reforma de la sede inaugurada hace ahora medio siglo.
En el pliego del concurso de ideas se especifica que todos los interesados (estudios de arquitectura y empresas) tendrán que tener en cuenta a la hora de elaborar sus propuestas que lo que se busca es una “arquitectura de alta calidad y contemporánea, funcional y medioambientalmente sostenible”. Un edificio que “mejore los niveles de calidad que acreditan a la Universidad de Sevilla” y que contará con un aparcamiento con capacidad para un centenar de vehículos.
En el capítulo de docencia, el pliego específico para la intervención en Arquitectura señala que“se valorarán espacios para el aprendizaje que puedan estar abiertos las 24 horas”. En el caso de los despachos, se piden 10 metros cuadrados por usuario. “Se priorizará que cada profesor tenga uno, como mínimo catedráticos y directores de departamento”. El proyecto de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Edificación plantea una “actuación más conservadora”. Se necesitan reformas en el actual edificio y una mínima construcción dentro de éste.
Uno de los puntos fuertes de la intervención prevista en la manzana que ocupan Arquitectura y la antigua Aparejadores es la construcción de un CRAI (Centro de Recursos para el Aprendizaje). Éste deberá tener capacidad para 7.049 usuarios potenciales y para albergar 87.091 documentos. La Universidad de Sevilla vuelve a pedir en un concurso de ideas un proyecto para un CRAI. Y decimos bien lo de vuelve porque siendo rector Miguel Florencio ya se tenía un diseño obra del estudio del arquitecto y profesor de la Escuela José Morales.
El ganador del concurso de ideas, sometido a un jurado, ganará 30.000 euros. El segundo y el tercer premio tienen una cuantía de 15.000 y 10.000 euros, respectivamente. El valor estimado de los contratos de servicios es de 124.887 euros para la redacción del proyecto básico, 224.796 en el caso de la redacción del proyecto de ejecución y de 149.864 euros para la dirección de obras.
La Universidad de Sevilla abre con el concurso de ideas el primer paso para terminar con la construcción del edificio, cuya financiación dependerá del próximo Plan de Infraestructuras de la Junta. Arquitectura y Aparejadores deberán seguir armándose de paciencia porque las arcas de la Junta andan escuálidas desde hace ya demasiados años. No es la única pega. El director de la Escuela de Arquitectura, que ha remitido la información del concurso a todos los miembros del centro, se queja en su escrito de que el Vicerrectorado de Infraestructuras no ha tenido en cuenta “todas las sugerencias que le trasladamos y que fueron aprobados por unanimidad en la sesión de la Junta de Centro”.
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