La sede de la empresa portuguesa EDP en Bilbao ha obtenido la certificación verde LEED Platino, que la distingue entre los edificios más sostenibles de Europa y que hoy ha sido entregada a los responsables de la compañía.
El director general corporativo de EDP, Massimo Rossi, ha recibido esta mañana en la sede bilbaína del grupo energético la placa acreditativa de la distinción, que concede la entidad U.S. Green Building Council.
El acto de entrega también ha contado con la asistencia del teniente de alcalde del Ayuntamiento de Bilbao, Ibon Areso.
El inmueble, inaugurado oficialmente el pasado abril, ha sido distinguido con la certificación LEED-NC (nueva construcción y grandes remodelaciones) en la categoría platino. Se trata de la máxima distinción que concede la entidad citada para edificios de nueva construcción, que en su totalidad han sido diseñados y edificados siguiendo los criterios de sostenibilidad más exigentes.
El sello concedido reconoce el impacto positivo en el bienestar de los ocupantes y el medio ambiente, así como la reducción de los costes generales de construcción y mantenimiento.
La empresa ha destacado que la construcción de su sede corporativa pone de manifiesto su compromiso con el País Vasco y con Bilbao, ya que ha supuesto la rehabilitación de un edificio histórico en el centro de la capital vizcaína, tras efectuar una inversión de 17 millones de euros.
La sede conserva la fachada de 1924, pero se ha convertido en "un edificio inteligente", construido con criterios sostenibles, de bajo consumo y óptimo aprovechamiento energético, según ha señalado. La sede de EDP en Bilbao, en la que trabajan 230 personas sobre 3.500 metros cuadrados distribuidos en siete plantas, produce un 60% menos de emisiones de dióxido de carbono que un edificio convencional equivalente.
En el inmueble, destaca desde un punto de vista arquitectónico un patio interior acristalado, que filtra y distribuye la luz y actúa de regulador térmico. La sede también se caracteriza por su capacidad de aprovechamiento y reutilización del agua y por un bajo consumo eléctrico por metro cuadrado. El edificio cuenta con microgeneración a gas y una instalación geotérmica de aprovechamiento de calor del subsuelo. Estos sistemas evitan la emisión de más de 16 toneladas de dióxido de carbono al año, según la compañía.
En la construcción de la sede, el 90% de las 422 toneladas empleadas son de acero reciclado y los 1.400 metros cúbicos de residuos generados se entregaron a empresas homologadas para su reciclaje.
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